Al comienzo de la Liga Centro de este año, se me propuso que fuera yo el que realizara las crónicas “oficiales”, por decirlo de alguna manera, de la Liga Centro. Acepté a regañadientes, porque, como cualquiera que me conozca sabe, no me gusta hablar.

Y aquí estamos; a punto de acabar la Liga Centro y sólo he escrito una crónica: la de la primera manga, que ni siquiera fue válida, y, curiosidades de la vida, la de esta manga, que tampoco ha sido válida.

¿El motivo? Muy sencillo, y hasta obvio: ¿Cómo coño voy a hacer la crónica de una manga de 50, 60 o hasta 135 kilómetros si no soy capaz de pasar del jodido start point? Pero, fíjate tú, no había caído yo en eso cuando acepté el puesto. ¡Ah, la inconsciencia de la juventud¡

Menos mal que habéis tenido suerte y que Silvio se ha apuntado a la Liga y, como tampoco le gusta hablar, nos va contando todos los pormenores de las mangas, que si no, ni os enteráis de que volamos.

Bueno, sin más preámbulos, al turrón… aunque, no olvidéis que todo lo que cuento a partir del kilómetro 5 de las pruebas es por referencias.

Después de una semana de dudas sobre donde lanzar la manga por el riesgo de tormentas, nos decidimos por Pedro Bernardo, que siempre funciona y nos pilla bien a todos. Así que quedamos en la Asomadilla y, cosa extraña, a las 11:30 ya estamos subiendo el despegue. La previsión méteo está de lujo: Viento de sur de 5 kilómetros y techos de 3000 metros. En el despegue, aunque hay nubes de desarrrollo, están todavía detrás de la cuerda, y el valle está limpio y diáfano como la cabeza de Kojak, así que se plantea una manga ambiciosa para esta época del año: Cruce de Ramacastañas, Velada y Pantano de Cazalegas, unos 55 km cubriendo el valle, para que la gente se harte de volar. Se abre la ventana a las 12:45, si no recuerdo mal.

Sin embargo, ya con los primeros despegues se ve que otra vez le han dejado al becario del NOAA a cargo de las previsiones. Los pilotos comienzan a reportar 15-20 km. de sur/suroeste, y nivel Uno. Pensando que es debido a la compresión de la ladera, seguimos despegando hasta unos 25 pilotos, más o menos, que no los estaba contando. Cuando me toca a mí, encuentro una térmica delante del despegue que me permite situarme a 1800 metros con un grupo de cinco parapentes. Comenzamos la transición hacia la Abantera, pero el viento sigue siendo de unos 20 km/h y completamente de cara, lo que hace difícil avanzar. Nos abrimos en abanico, abarcando desde la ladera de la Abantera hasta el brazo donde está la piscina. Se cae muy poco, pero no se sube por ningún sitio, así que algunos lo intentan en la Abantera in extremis, y otros nos abrimos al valle, donde tampoco ahí nada. Un poco por delante de nosotros, ya casi doblando la ladera, vemos a Ben Kendall muy bajito, bailando la Danza del Sotavento, que debe ser algún rito que aprendió de los indios de su tierra para asegurarse buenos vuelos, porque después de eso fue uno de los dos triunfadores del día.

Por delante sigue habiendo muchos problemas para llegar a Ramacastañas. El Keniata asegura que hizo la baliza, pero lo cierto es que aterrizó en Lanzahita, y como no se descargaron los tracks… no sé yo si creerle. Finalmente, sólo Ben y Luis Galloso consiguen realizar un meritorísimo vuelo, pasando de los 30 km. con el viento de cara. Pero como nadie más consigue pasar de los 15… manga nula.

A las 3 de la tarde ya estamos casi todos en la Asomadilla, tomando unas cervecillas (No he podido evitarlo, jeje) y nos juntamos un grupete de más de 20 personas. Tras unas cuantas, y ya valientes sacamos las guitarras y comenzamos a sonar como una banda de torturadores de gatos… hasta que Pilar se pone a cantar, con los resultados que ya habíis podido ver. Impresionante voz e impresionante el sentimiento que le pone. Después Luis Galloso coge la guitarra y Miki, el Keniata y yo, que éramos los torturadores de gatos, decidimos no tocar más, ante las excelentes dotes musicales de uno de los ganadores de la manga.

Y después de la música, ya anocheciendo, a alguien (que no recuerdo bien, porque yo, según voy tomando cervezas, voy perdiendo el oído) se le ocurre que podemos ir a la casa rural que tienen alquilada Godo, Ramón, Keniata, Silvio, y algunos más que no me acuerdo, así que los anfitriones se ponen manos a la hora y preparan una barbacoa para los que estábamos allí: Chuletones, pancetita, choricito, mocillita(lo digo en diminutivo por el cariño que les tengo)… y más cerveza, por supuesto. Vamos que no faltó de nada. Mención especial para Juan y Ramón que se encargaron de la parrilla de principio a fin, con un calor increíble, porque la barbacoa estaba encajonada en un zulo entre dos edificios, y allí no es que no corriera el aire, no, es que no iba ni a gatas.

Después de la cena, charla sobre el estado y situación de la Liga Centro, pero, como ya a esas alturas las cervezas me habían dejado sordo del todo, tampoco me enteré de mucho, la verdad, y eso que Andreas no dejaba de preguntarme cosas, a las que yo contestaba asintiendo con la cabeza como el perro en el asiento de atrás del coche. Creo que en un par de ocasiones hasta logre tener los ojos abiertos.

Finalmente, un par de digestivos para validar la manga de la Liga C: De ésta no se cuentan detalles, hay que vivirla en directo.
El domingo, otra vez pronto para el despegue. A la vista de lo acontecido el día anterior, se opta por una manga viento en cola: baliza intermedia en Mijares y gol directo en Almorox, unos 44 km, con un cielo espectacular. Si no recuerdo mal, la ventana se abre a las 12.45 hasta las 13:20, y el Start, en Mijares, a las 13:50.
Comenzamos a despegar y aparecen algunas rachas de cierta intensidad. Hay un par de arrastrones por el despegue que hacen dudar a algunos pilotos. Juan Riquelme inventa una nueva maniobra, que se realiza de la siguiente forma:

1.- Juan levanta la vela.
2.- La vela levanta a Juan.
3.- La vela alcanza el cenit (osea, arriba del todo)
4.- Juan alcanza el contracenit (osea, debajo de la vela, pero en al aire)
5. –La vela pasa el cenit
6.- Juan pasa el contracenit, pero en sentido contrario a la vela.
7.- Juan aterriza de culo
8.- La vela aterriza de boca.

Y así, dos veces.

En un momento determinado, otro piloto, sufre un arrastrón que le lleva desde el borde del despegue hasta el lugar donde se hace el briefing. Pablo Moya y yo, que estamos departiendo sobre la conveniencia o no de volar, le vemos pasar como una exhalación y vamos corriendo a sujetarle a la velocidad que dan nuestras piernas, la cual, habida cuenta de nuestra condición de deportistas de élite, es de unos 5 km/h. La vela se engancha en algún sitio y podemos alcanzarle; Pablo, muy elegante él, coge un cordino del freno y sin perder la compostura, pero yo, en el fragor de la batalla voy a por el piloto, que está boca abajo, y para impedir que siga siendo arrastrado, lanzo mis 90 y 10 kilos en plancha sobre su silla carenada. El sonido que hace el aire al salir de sus pulmones me recuerda una vuvuzela, pero yo sigo ahí, para que no se le lleve el viento, hasta que veo como saca una mano de entre la silla y una voz tenue dice:

– Por favor…me ahogo.

Así que nada, le damos la vuelta, y, afortunadamente, aparte de un poco morado, parece estar bien. Solamente herido en su orgullo.

Una vez en el aire, el día parece espectacular. Ya habréis visto las fotos de Silvio. Unos 20 Km/h de Oeste/Suroeste, y calles de nubes por todo el valle, con techos de hasta 2900 metros. Además, todos reportaron nivel Uno. Yo no pasé de 1500 metros y me dio de sobra para hacer la baliza de Mijares y aterrizar a 32 Km de gol, junto con un par de buenos amigos… que no digo quienes son tampoco, aunque uno de ellos estaba en Mijares con 2500m y no le dio para más.

En medio de la prueba Alfonso nos da la mala noticia de que sólo hemos despegado 17, así que, otra vez manga nula. Algunos se bajan por este motivo… otros porque somos muuuuuuuuuy torpes, y 7 u 8 pilotos siguen volando, con convergencia de nubes, techos de 2900 y llegando al Gol en Almorox. Enhorabuena para ellos.

Como colofón, he de decir que, con independencia del vuelo, ha sido una manga de las que más he disfrutado en todos los años que llevo en la Liga: La tarde del Sábado fue grandiosa, con toda la gente pasándolo bien y echándose unas risas. Buena Gente, así con mayúsculas, y buena voluntad. Con eso, vamos a cualquier sitio, seamos los que seamos y volemos lo que volemos.

Salud

P.D.: Recordad: El llano es más llano, sin embargo, la ladera es más montañosa; es lo que tiene.

Por David

Un comentario en «EL CRONISTA IMPOSIBLE, O, CUANTO MENOS, IMPROBABLE»
  1. El mejor día de la temporada.
    Lo que se le olvidó comentar a Alberto es que el domingo fue, al menos para todos los que seguimos la prueba y llegamos a gol, uno de los mejores días de vuelo del año. Con nubes buenas, buena térmica (al principio costaba un poco más si te quedabas demasiado bajo pero luego muy buena) y calle de nubes para navegar a 3000m y sin meneos. Yo pillé una térmica que empezando a +4, llegó hasta +8m/s mantenida y modelo plaza toros de las ventas (vamos que no te salías ni queriendo) y ni un solo empujón, ni dentro, ni en la entrada ni en la salida que por cierto fue especialmente gradual y agradable, sobre todo tras cierto estrés al no dejar de oír ese sonido tan agudo y continuo que hacía mucho no oía tanto tiempo.
    Día espectacular.
    Saludos

    Keniata

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