El sábado amanece lloviendo en Madrid, pero un grupo de pilotos nos juntamos en Piedrahita al escepticismo de algunos, para comenzar lo que sería la segunda manga de la liga centro confiando en que el tiempo iba a mejorar.
Tan solo cambiar a la meseta norte dejamos las lluvias atrás para encontrar cielo soleados cúmulos y condiciones perfectas de paso de frente, en el despegue hace frío, mucho frío. Se decide poner una manga en línea hasta Ávila, en parte por prudencia, en parte por pocas esperanzas de que vayan a ser condiciones de vuelo óptimas. Start a las dos. Como es habitual en Piedrahita intentamos despegar pronto porque normalmente se enchufa el viento. Las primeras técnicas las encontramos difíciles de girar bastante barridas por el viento no obstante conseguimos mantenernos siempre por encima del relieve y a enfrente se empiezan a formar cúmulos. Casi todo el grupo después del start seguimos la misma trayectoria hacia el puerto de Villatoro, y es en este punto donde nos separamos en varios grupos optando por distintas líneas en el valle de Amblés en el grupo de la izquierda en el que iban Ricky y Ben Jonatan y algún otro, el grupo de del centro en el que volaban Dani, Jesús, Laura y compañía y algún descolgado por la izquierda como éramos Roberto, Román y yo. Al paso de Villatoro el grupo de la derecha, en el que iba yo, lo pasamos bastante mal cogiendo térmicas cerca de las piedras. Román aterrizó y Roberto y yo continuamos hasta que, ya alcanzando las laderas de a continuación, que iban más encaradas, conseguimos mejorar la altura finalmente sacamos mejores térmicas.
El grupo del centro fue muy bien, era la línea que estaba mejor, manteniéndose siempre en altura y haciendo el vuelo perfecto. Y los de la izquierda estaban un poco condicionados porque no iban exactamente en cima de del relieve de los molinos, así que les afectaba en parte el sotavento de este siendo más difícil su vuelo y teniendo que aterrizar antes. Al final un gol numeroso con bastantes velas en gol de todos los tipos. Jim, una nueva incorporación en la liga, consiguió su primer gol en su primera manga. En general un buen día de vuelo que acabó pronto, ya que en la llegada al gol las condiciones estaban fantásticas e invitaban a continuar volando, pero no había hacia donde continuar.
El domingo decidimos realizar una manga en el Pitolero y estrenar el nuevo despegue que el ayuntamiento del lugar ha acondicionado, y que se usó por primera vez para el campeonato de precisión que se celebró unas semanas antes. En previsión de que el viento en principio oeste-noroeste subiera de intensidad a lo largo del día se decidió realizar una manga ratonera (si se puede decir en llamar así) por el valle de la zona. Primera baliza cercana a la ladera, vuelta salida al valle y vuelta al aterrizaje oficial. Comienzan a despegar los primeros parapentes y descubrimos que las condiciones eran bastante pobres por fortuna los parapentes que despegaron no eran de la competición y decidimos retrasar el start media hora. Ya en las primeras termicas, enérgicas y escurridizas, nos permitían girar tan solo en media térmica y notamos rápidamente el viento en altura SW en vez de W. El planeo hacia la primera baliza por la ladera se realiza bastante bien con altura pero no es hasta darnos la vuelta tras pinchar la primera baliza que descubrimos ese giro en el viento, haciendo que la ladera estuviera fugada. La vuelta se hizo muy dificil, había descendencias fuertes y viento de cara, era necesario ganar barlovento a los brazos enfrentados al viento para poder subir. Muchos pincharon en este punto y solo los que tuvieron más suerte y paciencia consiguieron avanzar. Subiendo en térmicas por el valle o ganando los brazos enfrentados al viento por la ladera. Finalmente Jonathan y yo conseguimos llegar a segundo punto no sin esfuerzo. En el valle no encontraríamos mejores condiciones nuestro planeo hacia la tercera baliza que estaba marcada por descendencias fuertes y ascendencias muy barridas por el viento. Pese a ello conseguimos llegar, Jonathan en este punto no consiguió remontar el vuelo y aterrizó, y yo conseguí una térmica que me dejó más o menos a media altura y después de todo el periodo de lucha y viendo la deriva que tenía la térmica decidí que ya tenía suficiente altura para dirigirme hacia el gol aterrizando aproximadamente a medio camino entre la última baliza y el gol.
En general ha sido un fin de semana divertido en el que hemos conseguido sacar con éxito dos mangas pese a las dudosas condiciones que había, y en el cual hemos disfrutado todos del buen ambiente y mejor compañía.
Fran López